“La música como búsqueda de Dios: reflexiones en Nochebuena”

Audiencia a los jóvenes músicos participantes en el Concurso, Navidad 2023

Vatican Media

Esta mañana, sábado 16 de septiembre de 2023, en el Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia a los participantes del Concurso Navidad 2023 y les dirigió el discurso que publicamos a continuación:

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Discurso del Santo Padre

Queridos amigos, ¡bienvenidos!

Os doy la bienvenida a todos vosotros, jóvenes músicos participantes en el Concurso de Navidad 2023, organizadores, acompañantes y benefactores. Estoy encantado con esta iniciativa, que pretende invertir en educación para dar voz a los jóvenes y a su creatividad. Expreso también mi gratitud al Dicasterio para la Cultura y la Educación, a la Fundación Gravissimum Educationis y a la República de San Marino por su fructífera colaboración en la realización del evento, así como a los promotores del proyecto «El bien hace noticia», vinculado al mismo, que durante el verano ofreció una importante oportunidad de formación a jóvenes de países lejanos en el Dicasterio para la Comunicación. ¡Gracias a todos!

Queridos jóvenes, ¡sois compositores! Y la composición es un arte exigente, que requiere, por una parte, el conocimiento de la música con sus reglas y su lenguaje y, por otra, la capacidad de dar voz a las preguntas, las inspiraciones y los deseos del corazón. Es un arte que requiere, en dos palabras, armonía y creatividad, que van unidas. En este sentido, podemos decir que componer música es una metáfora de la vida, en la que necesitamos tanto sintonizar armoniosamente con los demás, con la sociedad y sus leyes, como dar espacio a la originalidad de la forma de ser y expresarse de cada uno.


Armonía y creatividad. No se contraponen: de hecho, la búsqueda de la armonía, que requiere compromiso, dedicación y constancia, en la música como en la vida, no humilla, sino que libera la singularidad de cada individuo, ofreciendo al artista las herramientas para comunicarse de forma comprensible para los demás, de modo que se convierta en un regalo constructivo para la alegría de todos. Por ello, un primer agradecimiento va dirigido precisamente a vuestro compromiso con el estudio del arte armónico de la música, ¡que implica esfuerzo y muchas horas de práctica!

Pero, al mismo tiempo, lo que el artista comparte en cada una de sus obras habla de sentimientos únicos, personales e íntimos. Así, en las composiciones que presentas al Concurso, detrás de cada uno de los títulos que has propuesto, nos das la oportunidad de conocerte en un momento único, el de la inspiración, que es todo tuyo, pero que has querido compartir: un destello de luz, un temblor de amor, un destello de azul en el cielo de la vida, una sacudida de asombro ante la belleza, o tal vez una punzada de dolor o un grito de protesta, que aparecieron en tu corazón y a los que diste voz a través del arte. Esto es lo que nos das, y aquí viene un segundo agradecimiento, ¡porque con tus canciones nos das un poco de ti mismo! Esto es importante, el artista se entrega a sí mismo cuando compone la obra.

Este concurso se celebra en vísperas del Concierto de Navidad, durante el cual se interpretarán las piezas de los ganadores del primer premio. Parece un poco pronto para hablar de Navidad ahora, en pleno mes de septiembre. Sin embargo, las fiestas importantes empiezan a prepararse con antelación, y el Nacimiento de Jesús se merece esto y mucho más. Además, la música no sólo nos habla de nosotros mismos, sino también de la búsqueda de Dios, ¡y a veces del propio Dios! Y eso es bueno, porque la armonía y la creatividad, de las que quería hablaros, se encuentran ante todo en Él, y la Navidad las muestra de un modo especial y conmovedor, regalándonos al Señor que se hace pequeño por nosotros, que se hace hombre para comunicarnos el calor infinito de su amor divino. En Navidad, Dios, Verbo eterno, viene a escucharnos y se pone manos a la obra para hacer armonía con la humanidad, mientras en su asombrosa creatividad nos mira con los ojos de un niño, asombrándonos con su ternura inocente. Y esto no ocurre sólo el 25 de diciembre, ¡sino todos los días! Hay una hermosa canción en mi tierra que comienza así: «Cada día es Navidad»; para cada uno de nosotros, cada día, existe la oportunidad de dar a luz al Señor y de dar vida a los demás: «cada día es Navidad».

Queridos amigos, me alegro de veros aquí, de ver en vuestros ojos el sueño y la fuerza de la música, junto con el deseo de convertirla en un regalo festivo para los demás. Por favor, seguid cultivando vuestros grandes sueños, vuestro talento y vuestra pasión: los sueños, el talento y la pasión, juntos y con creatividad, os harán bien a vosotros y a los que encontréis en vuestro camino. Os doy las gracias por este encuentro y os pido, por favor, que recéis una oración por mí. Gracias.