Ojalá se generalice el consejo del Papa Francisco:” Permiso, gracias, perdón”

Entrevista a un sacerdote en Uruguay: Don Gonzalo Bueno

¿En qué año nació en España y en qué localidad?

Nací en Badajoz el 6 de noviembre de 1927, 5º y último hijo porque faltó poco para que quedaran huérfanos mis dos hermanos y dos hermanas que me precedían. Badajoz es la capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Extremadura. La ciudad es de origen árabe, y fundada el año 875 por Ibn Marwan sobre una población visigoda en alto grado de decadencia.

Don Gonzalo, nosotros nos conocemos desde hace más de 50 años: ¿puede describir su ámbito familiar?

Familia de clase media, de buenas costumbres y católicos practicantes, como la mayoría de los españoles en esa época

¿Y su heráldica familiar?

Ninguna, como la mayoría de las familias; lo único de “heráldica” es que el “de Alba” de mi abuelo materno, como buen republicano, desapareció para sus hijos.

¿España cómo era? ¿Mejor o peor que la actual? ¿Y en qué se diferencian ambas?

Hace 67 años que no vivo en España, la impresión que he tenido cuando he pasado por ella es un gran progreso material (yo la viví en épocas de guerra civil y guerra mundial y sus correspondientes consecuencias), y un lamentable retroceso espiritual, familiar y de costumbres

¿Y su localidad natal?

Igual que el resto de España

Usted es muy hispánico. ¿Muy austero y hombre de fe y carácter animoso? ¿Por qué España como decían de Unamuno, se deshoja en perpetua paradoja?

Por el carácter hispánico (que ahora quieren matar) que es de irse de un extremo al otro…Te cuento una anécdota de la guerra civil en Valencia, donde la persecución religiosa fue grande; llegaron unos predicadores evangélicos y la respuesta de aquellos que habían matado a gente por ser curas o religiosos, los despidieron con este argumento: “nosotros, que no creemos en la religión católica que es la verdadera, no queremos escucharlos a ustedes”

¿Cómo fue su infancia? ¿Tiene usted alguna anécdota interesante? ¿A qué colegios concurrió?

Una infancia en la que la guerra estuvo muy presente, tenía 9 años cuando comenzó la civil en España, y sus consecuencias en los juegos infantiles y…en el estómago; nunca pase hambre, hambre, pero recuerdo la alegría de todos mis hermanos cuando un día llegue a casa con medio pan de 2 o 3 kilos ¡¡y blanco!!, pues lo común era pan integral, y en pequeña cantidad: 25 a 100 gramos por día. Por terminar la anécdota, te diré que los 5 y mis padres decidimos ese día comer pan sin restricciones. Estudie parte de la secundaria en Badajoz en liceo público, y termine en Salamanca, parte en los Salesianos (a quienes quede muy agradecido) y en liceo publico

¿Recuerda usted compañeros de infancia y juegos en especial?

Por los traslados los amigos de infancia han sido pocos, pero constantes al volvernos a ver pasados los años

Era el hijo preferido de su padre. Un militar. ¿Qué impronta le dejo esa doble calidad de progenitor y militar? Sobre todo, en tiempos convulsos para España de abdicación de Alfonso XIII, ¿República, Guerra Civil fratricida, una postguerra difícil con cartillas de racionamiento?

Cariño, cariño y una sola bofetada en todo ese tiempo. Dejo´ de considerarme pequeño cuando me vio de cura, que se puso de pie para saludarme. Recuerdo  ,cuando la ceremonia de la jura de bandera en el servicio militar,  que lo hice en la llamada Milicia Universitaria, que permitía a los estudiantes hacerlo sin perder los dos años de estudio, y consistía en dos campamentos de 3 meses en el verano  de 2º y 3º de la carrera y 6 meses como Alférez de complemento al terminarla, él estuvo presente y regresamos con él desde el Campamento junto a un compañero; en un momento saco la pitillera y ofreció al chofer y a mi compañero, quedando sorprendido cuando yo agarre también “pero tu fumas ya” fue su pregunta. En resumen, un padre, padre.

¿Qué virtudes destacaría de su madre? Se que con cariño Ud. recibió, una vez fallecida, unos pendientes de ella que hoy están en las orejas de una imagen de la Virgen Santísima en Montevideo.

Mi madre era hija del dueño de uno de los cafés de la época, bien situado en el centro comercial de la ciudad, educada como las “niñas de familia” de la época, se casó muy joven, 19 años, con un capitán de la Infantería del ejército español (poco sueldo y frecuentes traslados) y la vi siempre en casa y te reirás: cosiendo calcetines muchas veces, pues entonces eran muy frecuentes lo que los hijos llamábamos “tomates”, pues aún no se había generalizado el hilo sintético. Otra cosa que recuerdo es cuando salía con mi padre a alguna fiesta con un sombrero de ala variando cada vez la posición del ala, pero nunca el sombrero. Cuando yo le preguntaba a donde iban me decía “a contar los frailes, porque dicen que falta el padre guardián” a la vez que me daba un beso

Lo de los pendientes fue un detalle de mi hermana mayor cuando murió de repente mi madre, que me pregunto qué recuerdo quería, y esos pendientes fuero los que siempre vi en ella. En vida me regalo, cuando me vine para Uruguay, la única cosa que no había dado a mis hermanas, una pequeña cajita (joyero) de cuando era soltera, basto que yo le dijera que me vendría muy bien para la lleve del sagrario para que me la entregara. Ahora está en el oratorio de la residencia de universitarios Monte faro.

¿Su fe católica y vida de oración, como se desarrollaron y como se vinculó al Opus Dei?:

De familia tradicionalmente católica, como la mayoría en España, la vinculación con el Opus Dei se dio de la manera normal en la Obra: por el trabajo ordinario. Yo había llegado a la Universidad de Sevilla en el 4º año de medicina y obtuve por oposición el cargo de alumno interno en Oftalmología y allí conocí al hijo del Profesor D. Diego Días , que estudiaba un año por debajo que yo, y me invito a la residencia Guadaira; allí encontré un modo de vivir el Cristianismo mucho más ilusionante que el que venía viviendo y a los pocos meses pedí la admisión, hace ahora 70 años y no dejo de dar gracias a Dios  ¡¡vale la pena!!

¿La vocación por la medicina como surgió y a qué Universidad concurrió?: Ya era usted miembro numerario del Opus Dei?

Comencé medicina en Salamanca que es donde vivía con mi familia, y no conocía nada sobre el Opus Dei ,en buena parte porque no estaba metido en cosas de la Iglesia ,y además la Obra aún no había llegado a la ciudad, si bien tanto San Josemaría como Don Álvaro del Portillo habían predicado unos retiros para universitarios y universitarias a los que asistió una hermana mía que estudiaba abogacía y comento en casa de un sacerdote ingeniero(cosa muy novedosa en esa época), era Don Álvaro

¿Cómo y por qué se especializo en cirugía oftalmológica?

No es cirugía oftalmológica, es simplemente oftalmología, y yo te diría que en eso veo la mano de Dios, ya que, al obtener la plaza de alumno interno en 4º de carrera, opte por oftalmología en el momento de elegir y a pesar de que había uno más antiguo que también quería esa plaza; y así se dieron las condiciones para conocer el Opus Dei, como cuento en el nº 11;después, una vez recibido , marche para hacer los 6 meses finales del servicio militar al regimiento de sanidad militar en Villafranca del Panade, cerca de Barcelona, y aproveche para asistir a las consultas populares que en la Clínica Barraquer había. Yo al Barraquer famoso entonces no lo conocí, conocí a sus hijos.

Sin entrar en opiniones políticas personales, el régimen de Franco hoy muy criticado, un Reino por plebiscito durante su gobierno o sea un Jefe de Estado de una monarquía sin Rey, ¿Cómo fue realmente?

Hay que conocer la situación social de España antes de la Republica y durante esta; la pobreza era suma, la Republica se manifestó pronto como anticatólica, y al final se les fue de la mano, y entro España en una persecución religiosa que se agudizo hasta extremo inimaginables, que trajo unido una intervención militar en la que el primer presidente de la junta fue el general Cabanillas conocido como republicano y masón, si bien pronto se impuso al mando  un general que no se caracterizaba por ser muy religioso (sin fe, sin mujeres y sin miedo, así lo conocían en el ejército en sus tiempos de oficial en África)) y que había sido el encargado por el gobierno republicano de aplacar el levantamiento minero en Asturias unos año antes.

Es real que, no sé el momento, pero me parece que después de terminada la guerra mundial, se manifestó católico y llego a tener cerca una reliquia de Santa Teresa, un brazo según decían. Me refiero a quien después se quedó al frente durante 40 años: Francisco Franco

Como en todo lo histórico habrá que esperar a que pasen los años para hacer un relato imparcial y objetivo. Yo, por lo pronto te digo que salí de España el año 1953, y que te estoy diciendo estas cosas todas de memoria y con 96 años.

¿Cuándo le vino a usted la vocación sacerdotal? ¿Puede explayarse y como dijo si a Dios como miembro del Opus Dei?

La entrega a Dios en el Opus Dei es total sin ser “religiosa”, sino en medio del mundo y en el trabajo profesional, pero es entrega. El sacerdocio en la Obra es “pasivo,” en el sentido de ser libre pero sometido a ser llamado para servir a las almas en el Opus Dei.

Los sacerdotes en el Opus Dei somos, como en las primeras comunidades cristianas, llamados por las mismas según hacen falta; a mí me correspondió responder en momentos fundacionales y de gran expansión (¡otra muestra de que todo ha sido cosa de Dios en mi vocación.

A propósito, siendo usted Doctor en Derecho Canónico ¿Cómo explicaría a una persona católica, atea o de otra religión que es el Opus Dei?

Una Prelatura personal, figura jurídica surgida años después en el Vaticano II como consecuencia de una profundización y vuelta al papel de los fieles laicos en la labor apostólica la Iglesia. Eso explica también la dificultad de comprensión que la Obra tuvo que sufrir en sus comienzos.

Su marcha a Roma para estudiar Derecho Canónico y los estudios de todo Numerario de filosofía y teología, le permitieron conocer a los futuros   San Josemaría Escrivá de Balaguer y beato Álvaro del Portillo ¿qué puede contarnos de ellos?

Que es muy lógico que nuestra Madre la Iglesia los haya elevado a los altares; una santidad heroica y con la mayor naturalidad en medio del mundo. Sus biografías son una maravilla.

¿Qué impresión tuvo de la ciudad de Roma y del Vaticano más allá de centro de la cristiandad?

Grandiosidad histórica

¿Y de la Pontificia Universidad Angelicum de Roma donde se doctoró en Derecho Canónico eran dominicos?


Eran Dominicos (tuve el privilegio de recibir un rezongo de Garrigou Lagrange, célebre teólogo autor de muchos libros de su especialidad como ser “Las tres edades de la vida interior”, por hablar alto en el patio rompiendo el silencio; no lo vi pero sentí su :“silencio, esta es una casa de estudio” Como es lógico la mayoría del alumnado eran sacerdotes y religiosos, y de pronto caímos allí una treintena de universitarios  acostumbrados a las universidades laicas ; fue una revolución pacífica en el ambiente y, al menos para mí en acostumbrarme y entender tres clases diarias en latín y con profesores de diferentes países ; uno solo italiano, el único laico, y un auténtico abogado de películas italianas: elegante, pomposo al hablar un latín perfecto..

¿Tuvo usted dudas para ordenarse sacerdote?

Una vez dicho “lo que quieras, Señor” al pedir la admisión en la Obra, y viendo la necesidad de sacerdotes para la expansión del mensaje, las dudas desaparecen, y, además estando tres años viendo el modelo de sacerdote en S. Josemaría

¿Conoció usted a Pio XII?

Sí, como era entonces: De lejos y en muy pocas oportunidades

¿Cuándo sus superiores le encomendaron junto con don Agustín Falceto traer el Opus Dei a Uruguay, sabía usted que existía y dónde?

Cuando el Padre nos propuso, siendo aun diáconos, los destinos de cada uno, yo no había pensado ni por asomo venir a Uruguay, aunque el último año en Roma, junto al Padre, le escuche muchas veces animarnos a los 150 alumno en el Colegio Romano de la Santa Cruz, a rezar por la inminente ida a Uruguay y a Suiza. Respecto a su localización tenía la misma que un uruguayo medio respecto a un país de Europa.

En la tramitación para residir en Uruguay usted tuvo conversaciones con diplomáticos uruguayos, ¿Sabían realmente que era un sacerdote?

Conversaciones, conversaciones con diplomáticos…lo que tuvimos Agustín y yo fue un ir a la Embajada a pedir material informativo, hablamos con un funcionario y él fue el que nos dio un ejemplar del diario católico “Bien Público” edición aérea y nos informó de la intensa vida nocturna de Montevideo, con lo que nos confirmó la idea que ya teníamos: el país más laico y más democrático de América Latina, como nos había dicho San Josemaría cuando nos animaba y daba ejemplo de prepararlo todo con oración.

¿Antes de partir para América volvieron Uds. a España a despedirse de sus familias?

No fue necesario porque ya estábamos en España; fue en Madrid donde me ordene de sacerdote.

Como fue la llegada al Uruguay puerto de Montevideo. Usted tenía pasaporte con foto de civil y no sacerdote. ¿Puede contar algo al respecto?

La llegada fue muy interesante: Primero, viendo Punta del Este, pues el barco se acercó lo posible a la costa a petición de la esposa del Embajador español, venían en él y nos hicimos amigos, “para ver su casa desde el barco”

Segundo, llegamos a Montevideo ya de noche, y me impresionó ver la larga cadena de luces de la rambla o paseo marítimo como se dice en España. Tercero, el ambiente del puerto era de gran fiesta, no olvidar que en esa época era frecuente acudiera mucha gente a recibir familiares y amigos que venían de paseos por Europa, y la revisión de equipajes (ex futura sala de la empresa Buquebus) era un lugar desangelado, con un largo mostrador y con lo que, lamentablemente, suele darse en los puertos  (trajimos una caja de coñac comprada por cuatro vintenes en Cádiz,)y. el changador nos dijo no nos hiciéramos problema pues conocía al “vista”, y así fue, pero al preguntar ingenuamente “cuanto es” nos rechazó con un “aquí no”; fueron 10 pesos) .Cuarto, antes de bajar ya nos habían retenido los pasaportes porque veníamos de turista ¡en esa época no era nada frecuente! Y mi pasaporte traía aún la foto de seglar con bigote y todo. Cuando fuimos a retirarlos teníamos alguna dificultad, pero encontramos un amable policía que, mirando el pasaporte y mirándome de sotana me preguntó ¿Usted viene de turista? Pero me dijo “usted viene a quedarse y lo que tiene que hacer es ir a “su jefe” (se refería al arzobispo) en la calle Treinta y tres y que le dé un papel diciendo viene a trabajar para su iglesia, comenzando así a tramitar la permanencia” ¡adiós el Uruguay masón y come curas!  Quinto, era un sábado pasado la media noche y no había un alma en toda la rambla hasta el parque Rodó, de donde pasamos a Bulevar Artigas; me llamó la atención una gran chimenea aparentemente en medio del estuario del Río de la Plata frente al gasoducto.

Usted es persona que mantuvo su vocación de médico toda su vida. Leyendo libros de actualización médica. ¿Intento ejercer la medicina junto con el sacerdocio?

Siendo lo propio del Opus Dei el trabajo profesional es lógico mantener uno esa costumbre, pero sabiendo y viviendo que se recibe el sacerdocio para ser “sacerdote sacerdote” 100/100 Sí es lógico que uno use sus conocimientos en servicio de los demás, como cuando estando con un grupo de alumnos del colegio S. Juan Bautista en la Quebrada de los cuervos, me comentaran de un peón de campo ,que tenía un  ojo mal y lo viera, solucionándolo con un simple cambio de colirio ya vencido desde hacía un par de años; otra vez diagnosticando una hemorragia masiva gástrica por lo escuchado en el confesionario, pero en general lo mío eran las almas, que para eso me ordenaron de sacerdote  Es lógico que recién llegado y como medio para conocer gente fuera al Hospital de Clínicas a algún ateneo de oftalmología, pero muy poco tiempo, también en ese lugar encontré respeto.

¿Qué impresión sacó de aquel Uruguay de 1956 tan diferente a España e Italia?

Eran los últimos años de las vacas gordas y yo venía de una Europa recuperándose de la segunda guerra mundial, así que me pareció un paraíso

¿En vida y costumbres diarias alguna semejanza?

En general, total. No sentí ninguna sensación de estar en lo que tenía en mente de América del Sur, ¡Ni en el aceite de oliva!

¿Cómo fueron los inicios del Opus Dei en Uruguay?

Como en todas partes: Ilusión, ilusión y…esperar. Tuvimos la gran suerte de una acogida cariñosa del Arzobispo Mons Barbieri,  un par de matrimonios en las que las madres eran supernumerarias y que nos hicieron sentir estar en familia, unos vecinos muy buenos (Dr. Fernando Herrera Ramos, famoso médico y señora) y el aliento continuo de la oración del Padre y de tantos como nos encomendaban especialmente, al ser Uruguay y Suizas las dos naciones comenzando ese año.

¿Tuvo usted trato con otras instituciones católicas?

El Arzobispo nos nombró asesores de Acción Católica de Arquitectura,  Química, Médicos Católicos y Escuela de enfermería católica, de hecho lo que realmente tenía vida eran los Médicos y la Escuela. Como veníamos para hacer el Opus Dei, a eso nos dedicamos buscando el modo de conocer universitarios especialmente. Durante 5 años fue sembrar y a partir de entonces venimos recogiendo con más o menos abundancia. Durante los años 60 -70 y con motivo del Concilio Vaticano II se vivieron momentos un tanto difíciles en la Iglesia en general y en Montevideo en particular, y me tocó ser asesor de la Juventud universitaria junto con otros dos sacerdotes; fueron años muy lindos, dedicado a  hacer  Acción Católica y dejando un poco de lado lo propio como sacerdote de la Obra (es así como nos enseñó San Josemaría cuando se trata de servir  directamente a la Diócesis), y en los que sufrí algo viendo juventud tan entusiasta y generosa, pero asimilando  sin darse cuenta las consecuencias de los problemas doctrinales de esa época.

En un país con gente agnóstica, atea o de otras religiones como los judíos ¿tuvo trato personal con alguno de ellos?

En general no tuvimos ocasión, salvo con un judío convertido al catolicismo, Boris Gurevich, quien nos ayudó mucho y que, después de años de su regreso a Hamburgo, Alemania, pidió ser supernumerario justo el día en que falleció Monseñor Josemaría Escrivá. También conocí y traté al biólogo Profesor Mario Hübner Lehrer, padre de quien me entrevista.

¿Volvió en alguna ocasión a su patria? ¿Vio a sus padres vivos?

En las bodas de oro de mis padres y, después de fallecer ellos de repente con 7 años de diferencia, el 2000 con motivo de ir a Roma por el Jubileo con un grupo de muchachos y el 2002 con motivo de la Canonización de S. Josemaría.

 ¿Su misión sacerdotal como se desarrolló? Dentro del Opus Dei usted tuvo cargos de gobierno en el Uruguay. Encargado de la Sección femenina etc.: ¿Y fuera?  Soy testigo de su preocupación por gente pobre desembozada y vergonzante.

Con toda naturalidad: Ayudando a otros sacerdotes, confesando en colegios católicos, reuniéndonos con algunos universitarios que íbamos conociendo, y rezando, rezando; a los 5 años comenzaron a pedir la admisión algunos Supernumerarios y Numerarios.

Durante muchos años me encargue especialmente de atender a la Sección Femenina de la Obra ¡qué ejemplos de santidad me dieron! Respecto a la preocupación por los necesitados no considero haber hecho más que lo que, como sacerdote y como Numerario del Opus Dei, correspondía.

¿Considera usted que Fe sin obras suficientes es posible?

Es muy lamentable, y muchas veces se debe a ignorancia; por eso San Josemaría decía que la labor primordial de la Obra podía definirse Catequesis

Sin violentar su sigilo sacramental, en este Uruguay con pocos fieles católicos practicantes, ¿ha visto conversiones de último momento de gente no católica y a veces anticatólica, pidiendo el bautismo y otros confesarse y volver a la fe de su infancia?

Conversiones he visto con relativa frecuencia; conversiones a lo S. Pablo, no ni las necesito ver para creer

¿Qué nos puede decir de la gente en situación de calle, de ser además el país de más alta tasa de suicidios en Latinoamérica?

Lamentablemente ambas cosas se están dando ( y es una vergüenza) en todas partes y lo de los suicidios está en relación con el sentido religioso y con la pérdida del sentido de familia estable.

¿Y cuál es la clave para una familia más sana?

El amor sobre el sentimiento, y más si este es sexual y egoísta, y la falta de dialogo verdadero. Ojalá se generalice el consejo del Papa Francisco:” Permiso, gracias, perdón” en el trato entre los esposos y en la familia en general.

Dr. Pablo Santiago Hübner Varela – Montevideo, Uruguay, América del Sur