Ucrania: El Papa pide parar la “crueldad salvaje” de la guerra

Saludó afectuosamente a niños ucranianos acogidos por 2 asociaciones

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Audiencia general, 30 marzo 2022 © Vatican Media

Una vez más, el Papa Francisco solicitó el cese del conflicto en Ucrania: “Renovemos nuestras oraciones para que se detenga esta crueldad salvaje que es la guerra”.

Al final de la audiencia general de hoy, 30 de marzo de 2022, el Santo Padre se dirigió a los niños acogidos por dos asociaciones creadas tras la catástrofe de Chernóbil y por la Embajada de Ucrania ante la Santa Sede.

“Saludo con especial afecto a los niños ucranianos, acogidos por la Fundación Aiutiamoli a vivere, por la Asociación Puer y por la Embajada de Ucrania ante la Santa Sede. Y con este saludo a los niños, reflexionemos también sobre esta monstruosidad de la guerra y renovemos nuestras oraciones para que se detenga esta crueldad salvaje que es la guerra”, fueron las palabras de Francisco.

Llamado del Papa en el Ángelus

En el Ángelus de este domingo, 27 de marzo de 2022, el Pontífice resaltó: “Ha pasado más de un mes desde el inicio de la invasión de Ucrania, desde el inicio de esta guerra cruel e insensata que, como toda guerra, representa una derrota para todos, para todos nosotros (…)”.


La guerra, continuó, “no devasta solo el presente, sino también el futuro de una sociedad. He leído que desde el inicio de la agresión a Ucrania un niño de cada dos se ha desplazado del país. Esto quiere decir destruir el futuro, provocar traumas dramáticos en los pequeños e inocentes entre nosotros. Esta es la bestialidad de la guerra, ¡acto bárbaro y sacrílego!”

Asimismo, Su Santidad expresó: “¡Rezo para que todo responsable político reflexione sobre esto, se comprometan con esto! Y, mirando a la atormentada Ucrania, entender que cada día de guerra empeora la situación para todos. Por eso renuevo mi llamamiento: ¡basta, que se detengan, callen las armas, se trate seriamente para la paz!” Recemos de nuevo, sin cansarnos, a la Reina de la paz, a la cual hemos consagrado la humanidad, en particular Rusia y Ucrania, con una participación grande e intensa, por la que doy las gracias a todos vosotros. Rezamos juntos. Dios te salve María…”.