La “Ley trans” en España, cada vez más criticada por los expertos

¿Y qué dicen los expertos ?

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Alertan de que no existen datos suficientes de seguridad y eficacia para el empleo de los tratamientos para el bloqueo hormonal previo a la transición de género.

La aprobación el pasado mes de junio del Proyecto de Ley para la Igualdad de las Personas Trans y la Garantía de los Derechos LGBTI por parte del Gobierno español no está exenta de polémica desde entonces.

Ahora el Gobierno quiere aprobar esta normativa que entre otros aspectos contempla la medicación con bloqueadores de la pubertad y el cambio de sexo legal a partir de los 12 años, desoyendo las advertencias de los expertos sobre los graves riesgos de esta práctica.

Los países referentes dan marcha atrás

Mientras, países como Francia, Finlandia, Suecia, Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda y algunos estados de EEUU como Arkansas, Texas, Alabama, Ohio y Arizona ya están rectificando y dando marcha atrás. Suecia, uno de los primeros en aprobar las leyes trans, ha puesto fin a la prescripción de bloqueadores puberales en menores de 18 años. Además, ha incorporado en sus protocolos de actuación la evaluación psiquiátrica antes de comenzar una terapia hormonal. Nueva Zelanda ha decidido establecer la valoración psiquiátrica obligatoria y Finlandia establece la edad mínima para los tratamientos médico-quirúrgicos a los 25 años.  Por su parte, Francia ha decidido frenar el uso de bloqueadores de la pubertad por los terribles efectos secundarios que provocan, tales como impacto en el crecimiento, debilitamiento óseo, riesgo de infertilidad, consecuencias emocionales e intelectuales y, para las niñas, síntomas parecidos a la menopausia. Julio Guerrero-Fernández y Cristina Mora, pediatras del Hospital La Paz de Madrid, en su estudio Protocolo de tratamiento hormonal en niños y adolescentes trans, describen los efectos secundarios indeseables de las terapias de transición de género.

Influencia del entorno social

En la misma línea, la Academia Nacional de Medicina de Francia emitió recientemente un comunicado de prensa en el que advertía del alarmante incremento en el número de casos de identidad transgénero en los jóvenes, afirmando que, a menudo, están relacionados con la influencia del entorno social y animando a que se extreme la prudencia al instaurar tratamientos de bloqueo hormonal y transición de género, porque pueden resultar contraproducentes y, en muchos casos, irreversibles. Los expertos advierten de que entre los efectos secundarios destacables asociados a este tipo de terapias, cabe destacar problemas cardiovasculares, osteoporosis o problemas neurológicos. A nivel psicológico, se apunta un mayor riesgo de depresión, ansiedad y tendencia suicida. Antes, la National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido, estableció que la relación riesgo / beneficio de las intervenciones hormonales de bloqueo y transición de genero para menores era muy incierta. En 2020, una revisión judicial en Reino Unido destacó los problemas éticos generales que plantea la práctica de la «afirmación» médica de menores. Las conclusiones del Tribunal Superior del Reino Unido reflejan una creciente preocupación entre un número significativo de investigadores y médicos sobre el rápido aumento, sin causa que lo justifique, del número de adolescentes con disforia de género y la marcada falta de evidencia de que las hormonas y la cirugía mejoren los resultados de salud a largo plazo (ver AQUÍ).

¿Y qué dicen los expertos en España, aquellos a los que el Gobierno ha desoído desde el principio?

En la misma línea de los países anteriormente citados, la Asociación Española de Psiquiatras de la Adolescencia y la Infancia (Aepnya) ha emitido un duro comunicado en que acusa al Gobierno de «negligencia grave institucional en el cuidado de los niños», olvidando que con esta ley “se pone en peligro la atención médica integral a que todos los niños tienen derecho». Se obvia que «en todas las decisiones judiciales relevantes para la vida del menor debe prevalecer el interés superior del menor, así como que en países como Finlandia o en Reimo Unido se ha pasado de modelos rápidos e invasivos a otros más reflexivos y vinculados a la Salud Mental», ha afirmado Luisa Lázaro, presidenta de Aepnya.

Nuestra valoración

Desde el Observatorio de Bioética hemos alertado en repetidas ocasiones de las dificultades éticas que subyacen a los tratamientos de bloqueo hormonal y de transición de género, advirtiendo de los graves problemas médicos asociados a las terapias de bloqueo hormonal no autorizados para esta indicación, sino para el tratamiento de la pubertad precoz en la que se administran por un tiempo limitado a preadolescentes en los que se quiere demorar el desarrollo puberal porque se presenta prematuramente. Como hemos advertido desde nuestro Observatorio en este informe, “no existen datos suficientes de seguridad y eficacia para el empleo de estos tratamientos para el bloqueo hormonal previo a la transición de género, que deben considerarse “off-label” o “fuera de ficha técnica”, por no existir una autorización expresa para su uso con esta indicación”. Los efectos secundarios son objetivos y bien conocidos: entre ellos, los relacionados con el desarrollo de la masa ósea y el crecimiento (ver AQUÍ), los que afectan a la fertilidad y al desarrollo de los órganos sexuales, y al desarrollo neurológico (Hruz PW), y metabólico.


Julio Tudela

Cristina Castillo

Observatorio de Bioética

Instituto Ciencias de la Vida

Universidad Católica de Valencia