Papa Francisco, adorador nocturno del Santísimo Sacramento de joven

Carta del Pontífice a Alfa y Omega

Papa Francisco adorador nocturno
Papa Francisco © Vatican Media

El Seminario Católico de Información Alfa y Omega ha publicado hoy jueves 8 de abril de 2021 la carta que el Papa Francisco envió a la publicación tras recibir una foto de un registro de los años 50 con su nombre y número, que constata que Jorge Mario Bergoglio fue el adorador nocturno número 9.195 de la basílica del Santísimo Sacramento de Buenos Aires, Argentina.

La carta

“Me emocionó la fotocopia del libro sobre la adoración nocturna de la basílica del Santísimo Sacramento”. Estas son las palabras con las que el Santo Padre comienza su carta a Alfa y Omega, escrita el pasado sábado 13 de marzo de 2021.

Refiriéndose a su pasado como adorador nocturno, señala que, “cuando te tocaba el turno, el del turno anterior te despertaba con la frase ‘venite adoremus’ y de allí ibas a la hora de adoración”.

Papa Francisco adorador nocturno
Bergoglio en la lista de adoradores © Lucas Schaerer

“Como en aquel tiempo no había Misa vespertina, mucha gente que había estado en fiestas de casamiento venía a escuchar Misa los sábados por la noche”, explica Francisco.

Por último, recuerda que “en aquel tiempo yo había tenido la experiencia de san José de Flores y llevaba una vida cristiana normal. Iba con mi hermano Óscar”.

“Venite adoremus”

Esta es la frase, relata Alfa y Omega, que 65 años después recuerda con “emoción” el Papa, una que le decía un compañero de la antigua cofradía de los adoradores nocturnos. Desde su casa en el barrio de Flores, en la periferia de la capital argentina, un joven Bergoglio cogía el autobús para ir al centro porteño y llegar a la basílica del Santísimo Sacramento.

El segundo de sus hermanos, Óscar, y un vecino del barrio, fueron con él durante 1954 y 1955. Junto a ellos pasaba la noche del sábado rezando, precisamente en el santuario ubicado a la derecha de los confesionarios. Y hacían descanso de algunas horas. Todo ello lo realizaban en el primer piso, en un gran cuarto todavía vigente, con unos compartimentos con camas.

Influencia de su confesor

“Se comenzaba la adoración alrededor de las nueve de la noche, después de la predicación del padre Aristi”, aclara el Obispo de Roma en su misiva. El sacerdote español José Ramón Aristi fue el principal impulsor de la cofradía que integró al jóven Jorge Mario con 18 años. En aquel momento, Bergoglio ya había vivido la llamada de Dios, como él la define, “la experiencia de san José de Flores”.


Fue el padre Aristi quien marcó la vida del que hoy es el Sucesor de Pedro, tanto que fue su confesor y es su principal ejemplo de misericordia, comenta Alfa y Omega. De esta manera lo ilustró el Papa Francisco en 2014, durante una reunión con sacerdotes en Roma: “Aristi era un confesor famoso en Buenos Aires. Casi todo el clero se confesaba con él. Fue provincial de su orden, profesor, pero siempre confesor, y siempre había cola en la iglesia del Santísimo Sacramento”.

El Rosario de Aristi y Bergoglio

Tanto impactó el presbítero vasco al Santo Padre que lleva desde hace 25 años su Rosario. Sucedió, según el artículo del Seminario informativo, que en la Vigilia Pascual de 1996 falleció el confesor, y Bergoglio, en ese momento obispo auxiliar, se acercó a la cripta, en el subsuelo de la basílica del Santísimo Sacramento, donde estaban velando el cuerpo.

Mientras colocaba unas flores tomó “la cruz del rosario y la arranqué con un poco de fuerza. En ese momento miré al sacerdote y le dije ‘Dame la mitad de tu misericordia’”, cuenta el Obispo de Roma. “¡Sentí algo fuerte que me dio el valor para hacerlo”, continuó, “y luego esa cruz me la metí aquí, en el bolsillo. Las camisas del Papa no tienen bolsillos, pero yo siempre llevo una bolsita de tela pequeña, y desde entonces hasta ahora, y mi mano se dirige aquí siempre. ¡Siento la gracia! Hace mucho bien el ejemplo de un sacerdote misericordioso, de un sacerdote que se acerca a las heridas…”.

“Al día siguiente de aquel episodio Bergoglio llamó por teléfono para explicar que se había quedado el rosario”, señala Diego Vidal, el laico que coordina hace años a los adoradores nocturnos de la basílica y trabaja como distribuidor del suplemento Cristo Hoyy varias editoriales católicas.

Fue el sacerdote sacramentino Andrés Taborda el único testigo cuando Bergoglio agarró por sorpresa el rosario del padre José Ramón Aristi: “Recuerdo que dijo: ‘Fue mi confesor. Con este rosario en la mano absolvió a muchísimos pecadores; no es posible que se lo lleve bajo tierra’”.

Vidal, el más activo de los laicos adoradores en la basílica del Santísimo Sacramento, asegura que “el padre Aristi era un santo”, y recuerda una anécdota que refleja el vínculo de Bergoglio y su confesor. “En un congreso eucarístico, en una provincia lejos de Buenos Aires, pasó el entonces arzobispo caminando delante de mí y le pregunté si conocía al padre Aristi. Se frenó inmediatamente y me respondió: ‘¿Qué si le conozco?’. Y sacó de dentro de su ropa el rosario del sacerdote”.

Alfa y Omega

Tal y como describe en su web, se trata de una publicación de información católica editada por la Fundación San Agustín, que está vinculada al arzobispado de Madrid. Puede encontrarse impresa cada jueves junto al periódico ABC y a diario en la página web alfayomega.es.

Entre las secciones de su web, cuenta con categorías como Mundo, España, Madrid, Cultura, Fe y Vida, Opinión, Blogs y Hemeroteca,donde es posible encontrar todas y cada una de las publicaciones desde la primera que lanzó, el 9 de diciembre de 1995.